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Primavera. El clima cálido, el canto de los pájaros, las flores que florecen. Todo es bello pero muchos pagan un alto precio por ello: las alergias. A medida que las plantas liberan polen, comienzan para millones de personas las molestias en la nariz y los ojos, las dificultades para respirar y las alergias en la piel. No hay cura, pero podés tomar medidas para frenar las alergias primaverales. Veamos.
Los árboles, el pasto y la maleza liberan diminutos granos en el aire para fertilizar a otras plantas. Cuando entran en la nariz de alguien alérgico, enloquecen a las defensas del cuerpo pues el sistema inmunitario ve erróneamente al polen como un peligro, liberando anticuerpos que atacan a los alérgenos.
Uno de los síntomas más comunes y más molestos reportados para las alergias es la congestión nasal.
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Si alguien experimenta sibilancias y dificultad para respirar además de los síntomas anteriores, las alergias pueden desencadenar el asma.
El diagnóstico de las alergias estacionales se basa en los síntomas más las circunstancias en las que ocurren, es decir, si ocurren solo durante ciertas estaciones. Esta información también puede ayudar a los médicos a identificar el alérgeno.
Habitualmente no es necesario realizar pruebas, pero en ocasiones se examina la secreción nasal para ver si contiene eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco que se produce en grandes cantidades durante una reacción alérgica).
Existen muchos medicamentos que pueden aliviar los síntomas de las alergias:
ENo importa qué tan alerta estés, no podrás deshacerse de los alérgenos de primavera por completo. Por eso te dejamos algunos consejos para mantener día a día el polen lejos de vos y de tu hogar.
Todas las aplicaciones meteorológicas ofrecen recuentos de polen actualizados y te alertarán sobre niveles altos.
Mantener las alergias bajo control es posible preparándose mientras los niveles de polen son bajos. Si los medicamentos de venta libre no ayudan, consultá con tu médico o programá una cita con un alergólogo certificado para encontrar alivio.
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